Hola a todos! Antes de hacer referencia a la reseña que hoy les traigo, quiero comentar que soy consciente de que he descuidado y dejado a un lado el blog durante bastante tiempo, pero sinceramente no estoy leyendo demasiado y tampoco encuentro ganas de escribir. Anímicamente no estuve pasando por un buen momento debido a ciertas cuestiones amorosas y demás temitas, pero actualmente me encuentro mejor. Soy un desastre, porque ni siquiera escribí una entrada post FIL, es decir del viaje que realicé en Abril a la Feria del Libro de Buenos Aires, un viaje emocionante donde pude conocer a mi autora favorita: Esther Sanz. Tampoco redacté una entrada sobre el cumpleaños número tres de Suspirando palabras, que fue hace seis días. Aprovecho la oportunidad para agradecer profundamente a todos aquellos que aún visitan este espacio, leen reseñas, y me siguen.
Un blog conlleva mucha dedicación y lamentablemente las ganas con las que lo inicié no son las mismas que tengo ahora.
En fin, no sé cuándo volveré con otra entrada, pero les dejo la reseña de Si el amor es un canto de sirena :)
Nunca imaginé que en una isla perdida del Canal de la Mancha conocería a alguien que me cambiaría la vida. Y mucho menos que, un año después, aquella oscura y pequeña isla me llamaría de nuevo, como el suave canto de una sirena, para mostrarme otra vez la luz o quizás para atraparme entre sus sombras. La tragedia se cierne sobre Silence Hill y tal vez sea tiempo de que se develen los secretos más tenebrosos y de que caigan las máscaras. Y yo tendré que librar la batalla más dura… la de mi corazón.
¡Muchas gracias VyR por el ejemplar!
Retrocediendo un poquito en el tiempo..
El que me conoce bien sabe lo mucho que amo no solamente las historias de Esther Sanz, sino también su mágica y bella pluma, capaz de teletransportar a cualquier persona dentro de su mundo. Creo que la autora merece mucho más reconocimiento del que tiene.
Para mí fue un enorme placer y un sueño cumplido el poder conocerla en la FILBA. Nunca pensé que podría concretar este idilio algún día, pero así sucedió el 29 de Abril del corriente año. Asistí a un encuentro privado para conocer a la autora, previo a una entrevista que le iban a realizar, y recuerdo que cuando la vi me reconoció.. ¡y se acercó ella para saludarme!!. No me salían las palabras para expresarle todo mi aprecio y admiración, aunque por suerte le entregué unos obsequios junto con una carta redactada días anteriores al encuentro, donde le comenté efusivamente mi cariño hacia ella.
Rememoro con nostalgia la trilogía El bosque, la cual leí hace varios años ya.. Me enamoré profundamente de la historia, impregnada de leyendas, romance, un halo de misterio, y de la peculiar manera de escribir de la autora: tan bonita y delicada. A pesar de que el final de aquella saga no fue de mi agrado -por cierta decisión que toma la protagonista-, es una saga que guardo por siempre en mi corazón, y considero que es una de las mejores que he leído. A partir del momento en que conocí el alma de Esther plasmada en forma de libro, supe que sus historias serían una total adicción para mí, y que tendría que leer todo cuanto escribiese. Es por eso que cuando se publicó Si el amor es una isla en España, quise leerlo de inmediato, pero al creer que en Argentina jamás se publicaría, lo imprimí y encuaderné para poder tenerlo físicamente y colocarlo en una de mis estanterías, exponiéndolo orgullosamente. Así que cuando VyR decidió editar la novela y publicarla en mi país (el año pasado), no dudé en ir a la librería para adquirir un ejemplar. Si el amor es una isla es un libro precioso y me cautivó por completo: su atmósfera cargada de misterio, el romance, los personajes, todo es perfecto. Es una novela con un final cerradísimo y cuya historia concluye ahí, despojando todas las dudas y no dando demasiado lugar a una continuación, por lo tanto cuando me enteré que tendría una segunda parte debo admitir que me hizo un poco de ruido, y pensé que esta idea no iba a ser muy acertada. Así que como fiel admiradora de la escritora quise poner a prueba mi capacidad de premonición, y lo leí. No me iba a perder por nada del mundo leer un nuevo libro de Esther!
¿Qué me pareció?
Como mencioné unas líneas más arriba, a pesar del cariño que le tengo a la autora, mi intuición no confiaba demasiado en una segunda parte de Silence Hill y me plantee ciertas preguntas: ¿Por qué un segundo libro cuando la historia tiene un final tan bueno y no deja cabos sueltos? ¿Qué les tiene que suceder a los personajes para poder crear una continuación? En este punto me puse a pensar que las cosas tendrían que complicarse para los personajes, ya que el cierre de Si el amor es una isla es perfecto. Y aquí es donde la autora propone que a veces los finales no siempre son felices. Lo primero que encontramos en Si el amor es un canto de sirena es una frase de Luisa contando "Nunca he creído en los finales felices".
Me duele en el alma tener que admitir que esta continuación no me convenció: me pareció una historia forzada y exigida. En la primer instancia de la novela se presenta ante nosotros el escenario de Londres, donde viven Patrick y Luisa luego de haber abandonado la isla, y nos enteramos cómo es su convivencia juntos, sus proyectos y metas en esta nueva etapa que comienzan. En cierto punto de la historia sucede algo que me deja boquiabierta y en shock: no podía creer que eso estuviera ocurriendo, ya que con este suceso el primer libro para mí perdía totalmente el sentido, pero poco antes del final ocurre otro hecho que me devuelve el alma.
Mis impresiones
Me pareció que este libro no tuvo el encanto y la magia que sí tuvo el primero. El ritmo se me hizo un tanto lento, algo que no me sucedió con el anterior, cuyas páginas pasaba vertiginosamente ante la adicción que me generaba la historia.
Con respecto a los personajes, en Si el amor es un canto de sirena podemos volver a encontrarnos con muchos de los que aparecían en el libro anterior, algunos muy queridos, como la pastelera y librera Elisabeth, y Madame Morte (la cual tiene un gran protagonismo en esta segunda parte). Con respecto a Patrick, no entendí su actitud en ningún momento: frío y distante, muy distinto al Patrick que me robó el corazón en Si el amor es una isla, como si fueran dos versiones distintas. La decisión extremista y egoísta que tomó en cierto capítulo no logré comprenderla, pero supongo que fue el gran justificativo para que esta segunda parte tuviera un desarrollo y desenlace.
A pesar de que la historia no me pareció de lo mejor, siempre es un placer leer a la autora. Sus historias están impregnadas de magia, emociones y sentimientos desbordantes.
(Mención de mi nombre en los agradecimientos del libro, un orgullo para mí)
Información aparte
-Esther mencionó en una entrevista que le realizaron en la Feria del libro que cuando escribió Si el amor es una isla pensó en cerrar allí la historia, pero que años después de haberla escrito le propusieron una continuación. Al comienzo le pareció un tanto raro, pero luego pensó que podría ser una buena idea contar qué sucede en una historia luego del final feliz, es decir cómo siguen las cosas de los personajes cuando todo parece ir de maravillas.
-Cuando le preguntaron sobre sus bellas descripciones de lugares, paisajes, aromas, recuerdo que dijo que siempre trata de que el paisaje que describe sea un personaje más dentro de la historia, de manera que sus descripciones no aburran, sino que sean un aporte agradable.
-También recuerdo que comentó que está trabajando en una nueva novela juvenil con toques de paranormalidad, y si no me falla la memoria tiene que ver con la reencarnación.
Puntaje: 3,5 / 5
En conclusión, pese a que esta novela no logró conquistarme como la anterior, siempre voy a recomendar a Esther, porque me parece una excelente escritora. Incluso si a mí no me convenció demasiado Si el amor es un canto de sirena, sé que a mucha gente le encantó esta segunda parte, e incluso le gustó más que la primera. En mi caso, prefiero quedarme con la historia del primer tomo.